Vuelos baratos desde Las Palmas de Gran Canaria (LPA) a Dublín (DUB)

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Un trayecto en avión desde el Aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria (LPA) hasta el Aeropuerto Dublin Airport (DUB) tiene una duración estimada de 2 horas y 50 minutos.

Según los informes de búsqueda, la mejor época para volar desde Las Palmas de Gran Canaria a Dublín suele ser la primavera, cuando sube la demanda por buen tiempo y el ánimo de viajar; le siguen verano y otoño como meses con más reservas gracias a las vacaciones y a la oferta de vuelos directos o con escalas razonables.

Quienes buscan precios más bajos y menos aglomeraciones encuentran opciones en noviembre y enero, periodos con menor volumen de búsquedas que suelen traer descuentos y asientos disponibles a buen precio, perfecto para volar a Dublín con tranquilidad y sin gastar de más.

La ruta entre Las Palmas de Gran Canaria y Dublín sin escalas cuenta con aerolíneas que conectan de forma directa, destacando Ryanair y Jet2.com en temporada alta y Aer Lingus para vuelos directos cuando hay disponibilidad, con horarios variados que se adaptan a tus planes y presupuestos. Gracias a esta oferta, puedes encontrar desde salidas matinales hasta vuelos de tarde o noche, con plazas suficientes para reservar con antelación y disfrutar de una conexión ágil entre las islas canarias y la capital irlandesa.

En caso de que no haya rutas directas todo el año, la opción más común es completar el trayecto con una breve escala en Madrid o London, aunque frecuentemente se mantienen vuelos sin escalas en temporadas concretas, permitiendo tarifas competitivas y mayor comodidad. En cualquier situación, la oferta suele ser flexible y clara, facilitando escoger un vuelo que encaje con tu calendario y presupuesto sin complicaciones.

Para viajar desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Dublín y aprovechar cada minuto, lo recomendado es una estancia de entre 4 y 6 días. Así podrás combinar paseos por la ciudad con excursiones por el litoral, descubrir el centro histórico y su casco antiguo, y disfrutar de la cultura y gastronomía locales sin prisas. Si prefieres ritmo más suave, reserva las dos primeras jornadas para conocer la ciudad y el puerto y las tardes para relajarte en un café junto al río, dejando los días centrales para visitar los miradores y recorrer mercados y zonas peatonales.

Para sacar el máximo partido a Dublín, con 4 días puedes dedicar un día a conocer la fábrica de Guinness y la zona de St. James, otro a Temple Bar, la catedral y el puente de O’Connell, un tercero para recorrer el Trinity College y la biblioteca Long Room y una última jornada para pasear por el Phoenix Park o hacer una visita corta a Howth. Si te quedas 5 o 6 días, añade una jornada para descubrir las afueras costeras y terminar con un atardecer en la ribera con vistas al río Liffey.

Si te preguntas con cuánta antelación reservar un vuelo de Las Palmas de Gran Canaria a Dublín para ahorrar, la clave está en anticiparse: reserva alrededor de 6 a 8 semanas antes de la fecha de salida para situarte en el rango donde las tarifas suelen ser más bajas y hay más disponibilidad de asientos. Además, los datos muestran que comprar temprano ayuda a evitar subidas sorpresivas y a planificar mejor el viaje, especialmente si buscas horarios y aeropuertos que encajen en tu itinerario y, sobre todo, si quieres tarifas más estables.

En temporada alta o puentes, conviene subir el foco de búsqueda a 8 semanas o más para aprovechar ofertas más económicas y obtener opciones más cómodas sin pagar de más; si no puedes, incluso 4 a 6 semanas aún puede dar buenos precios y disponibilidad, siempre manteniendo la vigilancia de alertas de precio para no perder la tarifa ideal y asegurarte un viaje sin complicaciones.

• Temple Bar: barrio histórico de Dublín con calles llenas de color y ambiente, donde se mezcla historia, música en vivo y pubs acogedores; es perfecto para sentir la esencia de la ciudad y descubrir rincones con encanto a cada paso.
• Trinity College y el Libro de Kells: campus emblemático y edificio neoclásico donde se guarda el famoso Libro de Kells; recorrer sus pasillos es viajar en el tiempo y descubrir tesoros de la literatura irlandesa.
• Castillo de Dublín: antigua fortaleza real junto al río Liffey, con murallas que cuentan historias de reyes y batallas; ofrece vistas al casco antiguo, galerías y un paseo que transporta a la historia de la ciudad.
• Grafton Street y calles adyacentes: avenida peatonal llena de tiendas, músicos callejeros y cafeterías; un lugar sencillo para observar la vida diaria de los dublineses y probar un café local.