Vuelos baratos desde Madrid (MAD) a Split (SPU) desde 65€

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Una ruta de vuelo desde el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas (MAD) hasta el Aeropuerto Split suele durar 2 horas y 10 minutos.

A partir de la información de búsqueda, la temporada más conveniente para viajar de Madrid a Split suele ser entre mayo y septiembre, cuando el tiempo acompaña y las aerolíneas ofrecen horarios directos o con pocas escalas y tarifas razonables; es un periodo con buena demanda de ocio y playa, lo que facilita encontrar vuelos con salidas cómodas y precios competitivos.

Si prefieres evitar temporadas altas y buscar ofertas y menos multitudes, los meses de noviembre y diciembre y enero y febrero suelen presentar menor volumen de búsquedas y, a menudo, descuentos y promociones en rutas europeas, permitiendo volar a Split con más tranquilidad y posibles ahorros.

La ruta entre Madrid y Split sin escalas es posible, pero depende de la temporada y la demanda; cuando hay vuelos directos, las aerolíneas habituales como Iberia y Croatia Airlines suelen programar salidas que conectan ambas ciudades en menos de 2,5 horas, complementadas por volúmenes de plazas** y frecuencias razonables para viajar sin complicaciones. Gracias a esta oferta directa, los pasajeros cuentan con horarios estables y la posibilidad de elegir entre tarifas claras y servicios cómodos que facilitan planificar el viaje en familia o entre negocios y ocio.

Si no hay ruta sin escalas, es común encontrar opciones con una escala en aeropuertos clave como Viena o Zagreb, combinando aerolíneas económicas y de red para mantener el precio razonable; en esos casos, conviene revisar horarios de conexión y tiempos de espera para minimizar retrasos y disfrutar del destino con tarifas transparentes y sin sorpresas, siempre buscando el equilibrio entre precio y tiempo de viaje.

Para volar desde Madrid hacia Split y vivir una escapada completa, lo ideal es planificar entre 4 y 6 días, porque así se puede combinar playa, historia y buena comida adriática. En la primera jornada, reserva tiempo para recorrer el puerto antiguo y perderse por el casco viejo de la ciudad, descubriendo el Palacio de Diocleciano y sus callejuelas con sabor a mar. Dedica otro día a recorrer la riva y sus cafés, probar marisco fresco y vivir la atmósfera mediterránea de Split, así como a visitar el Musée de la Citadelle cercano si te apetece una pizca de cultura. Si puedes, añade una jornada para hacer excursiones de isla cercanas como Hvar o Brac, y dejar tiempo para disfrutar de playas rnadas y atardeceres dorados desde la costa. Un viaje más corto puede centrarse en la ciudad y la playa, mientras que una estancia de 6 días o más permite descansar, comer bien y descubrir el ritmo suave de la Dalmacia.

Para una escapada más corta, un plan de Split de 4 días te da tiempo para ver lo esencial: Diocleciano, la riva y un paseo a Trogir o a alguna isla cercana, combinando cultura y relax. Si dispones de 5 o 6 días, añade una excursión de un día a Hvar o Brac, con tiempo para probar la gastronomía local y disfrutar de bellas playas y miradores, todo sin prisas.

Si buscas un vuelo de Madrid a Split con buen precio, la clave está en la anticipación adecuada; lo recomendable es reservar con unas 6 a 8 semanas de antelación para aprovechar tarifas más estables y más opciones de horarios, ya que así se accede a menor riesgo de subida de precios y mayor disponibilidad de asientos.

En la ruta desde Madrid a Split, también conviene vigilar promociones puntuales y considerar formas de pago flexibles que suelen aparecer dentro de esas 6 a 8 semanas previas al viaje, para obtener ahorros reales sin perder comodidad, y así asegurar un viaje más asequible y sin sorpresas sobre el coste final.

• Casco antiguo de Split: calles estrechas y empedradas que serpentean entre palacios venecianos y edificios blancos, rodeado por el mar Adriático y la fortaleza de Kamerlengo; caminar por sus rincones es vivir historia, leyendas y la esencia de la ciudad.
• Palacio de Diocleciano: un monumento romano que se transforma en un barrio vivo con tiendas, bares y terrazas; en su interior se descubren patios, pasadizos y cámaras ocultas que revelan arte y arquitectura clásica a cada paso.
• Riva y playas urbanas: paseo marítimo con ambiente relajado y vistas al Mar Adriático, donde se puede disfrutar de cócteles, helados y baños en aguas claras cerca de la ciudad vieja.
• Mercados y plazas: lugares como Pazar y Poljana donde se siente la vida local, se prueban sabores de la cocina dálmata y se escuchan música y risas en cada esquina.