Vuelos baratos desde Palma de Mallorca (PMI) a Split (SPU)

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Gracias a este sistema, puedes comparar justo lo que necesitas, encontrar ofertas claras y reservar rápido, ahorrando tiempo y dinero en tu viaje entre Palma de Mallorca y Split con la tranquilidad de saber que estás viendo las mejores tarifas disponibles.

Un trayecto en avión desde el Aeropuerto Palma de Mallorca (PMI) hasta el Aeropuerto Split Resnik (SPU) dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos.

De acuerdo con las estadísticas de búsqueda, el periodo más recomendable para viajar de Palma de Mallorca a Split se da cuando el clima acompaña y los vuelos suelen tener tarifas estables, por eso primavera y principios de verano suelen concentrar más interés y reservas, ya que el tiempo es agradable, hay más opciones de horarios y menos sorpresas; a estas épocas les siguen principios de verano y finales de verano con demanda alta y buenas tarifas para quienes quieren viajar con comodidad.

Para quienes quieran evitar picos de demanda y ahorrar, se recomiendan noviembre y diciembre, periodos de menor volumen de búsquedas que suelen traer precios más bajos y mayor disponibilidad, mientras que abril y mayo ofrecen un equilibrio entre coste y oferta de vuelos, ideal para viajar de Palma de Mallorca a Split sin prisas y con confort.

La conexión entre Palma de Mallorca y Split sin escalas es poco común, y cuando aparece suele ser en temporada alta o con aerolíneas específicas; la mayoría de vuelos entre estas dos ciudades requieren al menos una escala, lo que puede alargar el viaje, pero siempre hay opciones con escala corta que facilitan la planificación y mantienen un buen precio.

Si surge alguna ruta directa, suele ser puntual y menos frecuente, pero al comparar varias alternativas con o sin escalas se pueden encontrar horarios claros y tarifas competitivas que permiten viajar desde Palma de Mallorca a Split con mayor flexibilidad y tranquilidad.

Para volar de Palma de Mallorca a Split y sacar el máximo provecho, lo ideal es planificar entre 3 y 5 días, así tendrás tiempo para combinar playa, historia y gastronomía sin prisas, empezando por la Costa Dálmata y sus pueblos de piedra, luego pasear por el casco antiguo de Split y su Palacio de Diocleciano, y terminar con una jornada de relajación en las playas cercanas o un paseo por la ribera del Mar Adriático.

Un viaje más corto puede centrarse en Split y su entorno, con dos o tres días para explorar el centro histórico y el mercado de pescado, y un paseo cómodo por la Riva, mientras que si te quedas 5 días o más, añade una escapada a Hvar o Brac para disfrutar de calas cristalinas, gastronomía local y un día libre para conocer a tu ritmo los pueblos costeros.

Para volar de Palma de Mallorca a Split con buen precio, lo más sensato es reservar con una antelación de entre 6 y 8 semanas, ya que así suele haber tarifas más estables y menos subidas de última hora. Además, los datos muestran que para asegurar las tarifas más bajas conviene hacer la reserva cuando quedan alrededor de 6 a 8 semanas antes de la salida, ajustándose según temporada y demanda.

Si el viaje coincide con temporada alta, festiva o existencias limitadas, empieza a comparar y reservar alrededor de 8 a 12 semanas antes de la salida para encontrar opciones más flexibles y precios más estables. Mantén alertas de precio y aprovecha las ofertas para obtener un viaje cómodo desde Palma de Mallorca a Split.

• Diocleziano's Palace y casco antiguo: en Split, las calles de piedra llevan a rincones con sabor a historia; junto al mar, el conjunto monumental te muestra edificios antiguos, murallas y rincones con leyendas, todo en un marco que invita a pasear despacio, contemplar el Adriático y sentirse parte de la historia.
• Riva y paseo marítimo: es la franja junto al puerto donde se disfruta de vistas al mar, barcos pesqueros y terrazas soleadas; ideal para caminar con niños, tomar un helado y ver el vaivén de la ciudad mientras el sol cae sobre las aguas azuladas.
• Palacio de Diocleciano: enorme fortaleza y residencia imperial que sorprende por sus pasadizos, plazas escondidas y columnas milenarias; visita imprescindible para entender la ciudad y sentir la sensación de viajar en el tiempo.
• Mercados y barrios pintorescos: rincones como el Mercatni y las calles del barrio de Varaždin —con casas de piedra, tiendas locales y sabores de la cocina dálmata— ofrecen recuerdos artesanales y experiencias sencillas para toda la familia.