Vuelos baratos desde Valencia (VLC) a Palma de Mallorca (PMI)

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Un trayecto en avión desde el Aeropuerto de Valencia (VLC) hasta el Aeropuerto de Palma de Mallorca (PMI) dura en torno a 1 hora y 5 minutos.

Según las tendencias de búsqueda, la mejor fecha para volar de Valencia a Palma de Mallorca es la primavera, cuando el clima invita a escapadas cortas y la demanda se mantiene estable, y a este periodo le siguen otoño y principios de verano con un buen flujo de viajeros que buscan disfrutar de la isla sin prisas;

Quien PREFIERA evitar las aglomeraciones puede optar por enero y noviembre, meses con menor volumen de búsquedas y, a menudo, precios más bajos, mientras que para los que quieren playa y más actividad, junio y julio concentran la mayoría de la demanda, impulsando ofertas de última hora para la ruta Valencia–Palma.

Entre Valencia y Palma de Mallorca aéreos sin escalas, varias aerolíneas operan esta conexión directa con salidas frecuentes, especialmente en temporada alta. Las opciones más habituales incluyen Air Europa y Vueling, que suelen ofrecer horarios prácticos y plazas suficientes para ajustarse a diferentes presupuestos, haciendo que el viaje sea cómodo y sencillo desde el primer instante.

Para comparar precios y horarios, también hay vuelos de low cost que destacan por tarifas atractivas y buena disponibilidad, junto a servicios de compañías nacionales que priorizan fiabilidad y puntualidad. Gracias a esta variedad de opciones, la ruta entre Valencia y Palma de Mallorca se adapta a distintos planes de viaje, manteniendo un equilibrio entre tiempo de vuelo y coste y, cuando es posible, evitando escalas.

Para volar desde Valencia a Palma de Mallorca, lo más recomendable es planificar una estancia de entre 3 y 5 días. Con este tiempo se puede disfrutar de las playas y calas cercanas como la Playa de Palma y la calita de Portals, descubrir el casco antiguo de Palma con su Catedral y su paseo marítimo, y dejar hueco para probar la gastronomía local en bares y mercados. Si la escapada es corta, se puede concentrar en la ciudad y una excursión cercana, mientras que con 5 días o más habrá tiempo para explorar Soller y Valldemossa sin prisas y combinar playa, cultura y relax.

Para sacar el máximo partido, lo ideal es distribuir los días entre descanso y planificación de rutas, con una primera jornada dedicada a aclimatarse y pasear por Palma, una segunda centrada en la costa norte y su arquitectura marinera, y días intermedios para recorrer Soller y Valldemossa, así como para disfrutar de mercados y gastronomía local. En conjunto, un viaje de 3 a 5 días permite equilibrar playa, cultura y relajo, logrando una experiencia completa y fácil de seguir.

Si buscas un vuelo Valencia a Palma de Mallorca a buen precio, lo más práctico es reservar con una antelación de alrededor de 4 a 6 semanas. Este margen suele permitirte encontrar tarifas más económicas y evitar los picos de última hora, además de darte más opciones de horarios. Las tendencias muestran que, para asegurar las tarifas más bajas, conviene cerrar la compra con unas 5 semanas de antelación antes de la fecha de salida.

En resumen, para viajar de Valencia a Palma de Mallorca de forma inteligente, considera reservar con 4 a 6 semanas de antelación, así aprovecharás descuentos consistentes y tendrás más opciones de vuelos y horarios. Si tu agenda es flexible, apunta a la franja central de ese rango para equilibrar precio y comodidad sin complicaciones.

• La Seu, Palma: la catedral gótica que domina la skyline de Palma, con rosetones coloridos, piedra clara y vistas al mar; es el símbolo de la ciudad y un lugar para sentir la historia en cada paso.
• Casco antiguo de Palma: calles estrechas, plazas con encanto, bicicletas y cafés; perderse entre palacios, patios y murallas ayuda a entender la vida local de hace siglos y hoy.
• Palacio de la Almudaina: fortaleza real junto al mar que combina historia militar y elegancia; desde sus salones y patios se atisban vistas impresionantes a la bahía y al puerto.
• Mercados y puertos cercanos: el Mercat de l’Olivar y el Puerto de Palma ofrecen puestos de frutas, mariscos y tapas; perfecto para probar sabores locales y sentir el ambiente marinero de la ciudad.