Vuelos baratos desde Vigo (VGO) a Montevideo (MVD) desde 433€

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Un trayecto en avión desde el Aeropuerto de Vigo (VGO) hasta el Aeropuerto Internacional de Montevideo (MVD) dura en torno a 11 horas y 20 minutos.

Según los datos de búsqueda, volar de Vigo a Montevideo alcanza su pico en diciembre y enero, cuando las vacaciones, festividades y viajes familiares elevan la demanda y llenan los vuelos con más asientos agotados; a este periodo le siguen febrero y marzo, meses en los que la demanda se mantiene alta gracias al clima templado y a la oferta de vuelos directos o con escalas eficientes.

Quienes quieran evitar aglomeraciones y encontrar mejores precios pueden optar por abril, mayo y septiembre, temporadas de menor ocupación que suelen traer tarifas más bajas y mayor disponibilidad, permitiendo así viajar con tranquilidad desde Vigo hacia Montevideo sin perder comodidad ni horarios convenientes.

Desde Vigo a Montevideo sin escalas hay muy pocas opciones; las aerolíneas que vuelan directamente son escasas, y en la mayoría de casos se requieren al menos una escala. Aun así, cuando hay vuelos directos, suelen ser de larga distancia operados por grandes compañías con una frecuencia razonable y plazas suficientes, permitiendo planificar con calma y evitar sorpresas en el precio. Vigo no es un hub gigante, pero algunas rutas lanzan conexiones útiles a través de Europa que pueden acercarte a Montevideo sin complicaciones.

En la práctica, las opciones más habituales para Vigo a Montevideo pasan por una o dos escalas en aeropuertos importantes, con conexiones por Madrid, Barcelona o Lisboa donde varias aerolíneas suman esfuerzos para cerrar la ruta, y así conseguir tarifas competitivas y buena disponibilidad en temporada alta. Si buscas flexibilidad, conviene revisar varios días y combinar aerolíneas como Iberia, Air France o LATAM para adaptar el viaje a tu presupuesto y calendario.

Para volar desde Vigo hacia Montevideo, lo ideal es planificar una estancia de 6 a 8 días para saborear cada detalle sin prisas: empezar con un recorrido por la ciudad vieja y su Rambla, probar la parrilla uruguaya en mercados y restaurantes cercanos, y luego dedicar jornadas a descubrir playas cercanas como La Paloma o Punta del Este, siempre manteniendo un tono de crónica de viaje clara y cercana.

Para sacar el máximo partido, reserva tres o cuatro días para explorar la ciudad, su museo de Bellas Artes y el puerto, y destina al menos dos días completos a escapadas de playa o a excursiones naturales; si puedes, extiende a una semana para combinar ocio, cultura y relax, y así regresarás con historias frescas y una voz de viaje lista para compartir.

Para volar de Vigo a Montevideo y encontrar un precio razonable, lo más acertado es reservar con antelación de unas 8 a 12 semanas antes de la fecha de salida, así aprovechas tarifas más estables y evitas subidas de último minuto; en viajes largos y temporada alta, ampliar esa ventana a 12 a 16 semanas puede garantizar asientos disponibles y mejores ofertas, logrando ahorros significativos frente a compras de última hora.

En general, para mantener tarifas económicas y sin sorpresas lo ideal es reservar con unas 8 semanas de antelación, ya que la demanda empieza a moverse y las aerolíneas activan promociones puntuales; si puedes, evita fines de semana y mira opciones entre martes y jueves para conseguir descuentos extra y horarios más cómodos, asegurando un viaje fluido y con mejor precio.

• La catedral de Montevideo: situada en el corazón de la ciudad, ofrece vistas claras de la península y su historia y invita a sentir la calma entre murales, piedra y techos azules, con una sensación de viaje en cada esquina.
• La Plaza Independencia y la Puerta de la Ciudadela: un espacio con calles anchas, edificios señoriales y ambiente acogedor, perfecto para caminar, tomar un mate y ver el bullicio cotidiano de la ciudad.
• Rambla de Montevideo: paseo junto al Río de la Plata con amplias zonas peatonales, parques y vistas al atardecer, ideal para familias, ciclistas y amantes de los paseos al aire libre.
• Mercados y zonas gastronómicas: lugares como Mercado del Puerto y mercados vecinales donde se descubren sabores auténticos, asados y productos locales en un ambiente cálido y cercano.